Sueños

"Y sin nada que decir porque nada es importante"

Esa frase suena ahora en mí, en la burbuja de aislamiento que se crea en el momento en el que nos ponemos unos cascos/auriculares con música a un volumen suficiente como para no escuchar nada más que eso.


Miro por la ventana mientras realizo este viaje. Este viaje que surgió tan de repente, tan de improviso. 
Y veo árboles, bosque, agua. Y en realidad no estoy mirando nada. 
Estoy concentrada en la canción de Maldita Nerea y, ahora, en escribir esto. 
Porque entendí más que nunca esa frase. 
Porque estoy tan lejos ahora mismo de todo lo que para mí es la realidad, que puedo decir que esto es un sueño. 
Un sueño del que despertaré cuando vuelva a casa. 
En ese momento podrán volver a mí las preocupaciones, las obligaciones... 

Hasta entonces, como dice la canción, nada es importante. 
Porque al igual que estos cascos y esta canción me están aislando de esta realidad de ahora mismo, este viaje consigue aislarme de la verdadera realidad. 
Porque sí existen los sueños y sí se cumplen. 
Lo sé porque yo estoy en uno.