Fantasma.

Un día juraste no dejarme caer. Juraste que juntos podríamos con todo, que no pasaría nada malo.
Que siempre habría luz al final del túnel. 

Simplemente teníamos que ser lo suficientemente valientes para resistir el momento de oscuridad.
Pero lo importante es que sería estando juntos. Con las manos enlazadas.

Y hoy, estoy con la única compañía de mi sombra.Y aunque eso quiera decir que ya empieza a aparecer la luz, que ya no estoy rodeada de completa oscuridad, sigo en el túnel.
Y me siento inmóvil. Paralizada. Sin fuerzas para dar los últimos pasos. Esos que me llevarán al destino que tanto anhelaba. Ese destino al que me dirijo hace tiempo. 
El fin de un camino que tú me viste comenzar.

Y, de repente, tras un gran período de tiempo sin vernos, apareces como un fantasma, diciéndome que tu sabes que yo puedo. Y que a pesar de todo lo sucedido entre nosotros, estarás ahí para verlo. Como prometiste.

Aunque sea como un fantasma.

Y aunque ese fantasma sea, quizás, un simple producto de mi imaginación.