31 de
diciembre.
Buen momento para sentarse, parar un poco y pensar en todo lo que este año que acaba trajo consigo.
Pensar en todas las cosas buenas, todas las nuevas
oportunidades, los nuevos lugares conocidos (si es que se tuvo la suerte de
viajar), las nuevas personas que se hicieron un hueco en nuestras vidas, bien
para quedarse o bien para pasar un rato.
Es un buen momento para recordar. Lo bueno y lo malo.