Cuando nos dan una sorpresa, cuando tenemos que esperar... Nos atrevemos a pensar que podrá ser eso que nos tienen que decir, ese regalo que han estado planeando para nosotros... esa nueva noticia...
Y en ese momento, nos atrevemos a soñar despiertos. Comenzamos a fantasear, intentando sacar pistas de cualquier lugar, explorando hasta el más mínimo detalle para intentar acercarnos lo máximo posible a la realidad.