viernes, 24 de abril de 2015

13 años.

Hace 13 años llegaba a España. El comienzo de una nueva fase en mi vida.

Pasé de Celina a Casares y, realmente, lo único que tienen en común es la letra por la que empiezan. 

En este tiempo perdí muchas cosas. Pero lo realmente importante son todas aquellas que, a la vez, fui ganando.


Perdí algún amigo de la infancia, pero gané el verdadero significado del verbo querer. Porque cuando estás a 12000 km de distancia de todos, sabés de verdad quién se acuerda de vos y quién no. Sabés de verdad quién te extraña, quién te quiere. 

Perdí el día a día con mi familia, las fiestas, los cumpleaños... pero a cambio gané otra familia: la que yo elegí. 

Perdí también poder ver crecer a mis primos y gané el saber abrazar con lo intangible y a cantar y reírme con una pantalla de por medio. 

Perdí el ruido de la ciudad, el poder tener cosas para hacer en cualquier momento, pero gané el saber lo que es "tener pueblo", y que diera igual estar a la noche en la calle. 
Perdí el obelisco y gané la catedral. 

Perdí parte del acento y gané este bilingüismo extraño que hace que hable diferente dependiendo de quién me escucha. 

Perdí la fiesta de 15, pero gané muchos viajes que sólo estando en Europa pueden plantearse. 

Perdí el "ser de acá" y no extrañar nada, pero gané un corazón dividido, en el que entran muchas más cosas que antes. 

A lo mejor perdí muchas cosas que podría haber vivido. Seguro que mi vida habría sido totalmente diferente. Puedo, incluso, llegar a imaginarme cómo sería todo... Pero lo que no puedo ya es imaginarme a mí misma sin toda esta parte. 

Porque el hogar está donde hay gente que nos quiere, y por eso, aunque muy distintos y alejados, tengo dos hogares. 

Porque lo importante es aprender, como decía Diego Torres en una de sus canciones, que la vida, por todo lo malo, algo bueno te da. 

Por eso, sin saber cuál será el rumbo a partir de ahora, o si en algún momento tendré que volver a "dividir mi corazón", como dice otra canción que creo todos conocemos... 

 Gracias a la vida, que me ha dado tanto.

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