viernes, 27 de junio de 2014

Cuando las cosas acaban




 

En ese momento que se cierra con llave la puerta por la que entrabas cada día.

Ese momento en el que recoges tus cosas, porque ya no son necesarias.

 
Ese preciso instante en el que puedes hacer un balance de lo que ha ido bien y lo que ha ido mal.


Justo en ese momento en el cual te das cuenta de que todo aquello que dolió, todo aquello que pensabas que no podrías superar, ya forma parte de tu pasado.


Cuando una mano se acerca, te abraza y te dice que llegó la despedida.


En ese preciso momento, te das cuenta de que, en realidad, la vida es simplemente eso. Y que de lo único que debemos tener miedo es del tiempo. 


Ya que cuando las cosas acaban, te das cuenta de que no hay reloj capaz de medir tantas emociones, miedos, sensaciones, alegrías. 


No hay reloj capaz de medir la vida.

1 comentario:

  1. Dicen que los comienzos dan miedo, que los finales son tristes y que lo que importa es el camino que queda por recorrer. Hay cosas que nunca se acaban; permanecen en nosotros para siempre.

    Besos!

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